jueves, 23 de diciembre de 2010
9. BYE BYE SULAWESI
8. Jack el destripador
7. El último sueño cumplido
6. Manado: última estación
5. Paz y tranquilidad? Islas Toegan
Solo el ruido del motor de la barca rompe el silencio del lugar, una serie de islas de frondosa vegetación y apenas presencia humana que viven del turismo y de la pesca
En las islas no hay coches. La más desarrollada se llama Kadidiri y cuenta con apenas tres sitios donde alojarte donde la única preocupación que uno puede tener es escuchar la llamada de la señora avisando que la comida está lista en la mesa...
Y después podrás observar a los locales ir y venir.... ... o a los "snorkelers" salir de las cristalinas aguas cuando ya no hay la suficiente luz para observar la vida subacuática. Otra noche se acerca y con ella el fin de otra agotadora jornada...
4. Mis últimos kilómetros
En general no hay diferencias con el resto de las carreteras que he ciclado. Pero Sulawesi tiene un poco de cada isla. Por ejemplo, sus casas me recuerdan a Sumbawa...
3. Bira. La playa inolvidable
Ya sea a adolescentes de vacaciones o escolares locales la playa sienta bien a todos. Transmite buenas vibraciones. Todo el mundo saluda...
... y es sabido que el saludo es contagioso...
Siempre me han fascinado las miradas misteriosas
En los alrededores de Bira se construyen artesanalmente los barcos que desde hace siglos han servido a los marinos locales para surcar los mares del sudeste asiático y Australia. Las playas son ocupadas por enormes mastodontes de madera y tranquilos trabajadores que con calma y paciencia van dándole forma
Un trabajo que es realizado con paciencia y mimo usando exclusivamente madera para ello
Los que no se dedican a la construcción de barcos se dedican a disfrutar de la playa...
... a pescar...... o a ambos a la vez. Después de varios meses vuelvo a coincidir con Eve para pasar, en esta playa inolvidable, uno de los mejores momentos del viaje.
2. Se acabó lo que se daba
1. Muertos por muertos en Toraja
Amanece cubierto en Rantepao, como siempre, pero poco a poco el cielo va despejándose. La plaza lleva tiempo llena de búfalos sujetos por hombres con cara de aburrimiento. La gente va cogiendo posiciones y los sitios con sombra son los más reclamados.
La mujer a quien hoy se va a honrar lleva muerta cuatro años, los mismos que ha necesitado la familia para reunir los búfalos que la difunta merecía. Este tiempo la familia ha conservado el cuerpo en la última habitación de un total de tres que conforman las casas tradicionales de Toraja
El tercer día de un total de nueve que dura un funeral, se celebra la matanza de búfalos. Creen que las almas de los animales deben seguir a sus dueños. El número de animales que serán sacrificados dará una pista del poder y la clase social de la familia. Cuanta más sangre haya más exitosa será la ceremonia. Los búfalos no parecen ser conscientes de lo que se les avecina. El ritual es dirigido por una persona designada por la familia. Se ayuda de un micrófono para comunicarse con sus colaboradores. Deciden qué búfalos serán sacrificados y a cuáles se les perdonará la vida... ... siempre ante la atenta mirada de la hija de la difunta. Ella tiene la última voz. Y será ella quien dé inicio a la masacre...
... cuando hombres armados con afilados cuchillos corten el cuello de aquellos búfalos que fueron condenados a morir para honrar la muerte de su madre.
Simultáneamente, uno tras otro irán cayendo al suelo desangrados, luchando contra lo inevitable ... ... hasta que la plaza quede teñida de rojo y catorce cadáveres inocentes yazcan bajo el sol de una calurosa mañana de octubre.
El espectáculo es dantesco.
Y los hombres no pierden el tiempo. Inmediatamente empieza el despiece de cada bestia. Parte de la carne obtenida servirá de alimento a los familiares y otra será vendida a mercados y restaurantes.
Bien es sabido que a mí no me gusta la carne. Pero fue tanto lo que insistieron los Hijos del Sol que tuve que comer carne de búfalo. Yo les decía: "es que no tenéis corazón? es que sois de piedra?" Y Farrukito me decía: "ay chiiiico saca la afoto rápido que tengo hambre", y la mesa temblaba mientras la golpeaba con sus cubiertos...
Una vez por semana, en Rantepao se celebra un mercado de animales. No son muy cuidadosos con ellos, digamos...... pero logísticamente hablando son rápidos en su servicio...